La granada
¿Os habéis fijado en los granos de la granada que parecen de cristal enrojecido? Son preciosos ¿verdad? ¿Te atraen? ¿No te gustaría morderlos?
Una fruta con mucha simbología
En poemas persas antiguos, las granadas representan el erotismo y sexualidad. Y aquí lo tienes: “Sus mejillas son como la flor del granado sus labios jarabe de granadas; de su pecho de plata brotan dos granadas” No te extrañe entonces que formara parte de los famosos jardines colgantes de Babilonia. También fue nombrada en el Corán y La Biblia.
Se dice que fue la diosa del amor, Afrodita, fue quien plantó el primer granado y que Hades, dios del infierno, ofreció su fruto a Perséfone para engatusarla. Sus poderes afrodisiacos son indudables.
Incluso en la obra “Romeo y Julieta”, un precioso granado acompañaba la escena de amor más romántica de la Historia. Al parecer Shakespeare quiso reafirmar con la presencia de este pequeño árbol la pasión de los amantes.
La granada está considerada uno de los alimentos más antiguos del mundo.
Los arqueólogos encontraron multitud de su parte externa del fruto (exocarpo) en zonas de Jericó desde la Edad de bronce (3000 aC) en excavaciones en Chipre. También estaban presentes en tumbas del antiguo Egipto. Los faraones las tenían en mucho valor porque simbolizaba la vida después de la muerte y usaban la flor de la granada como tinte rojo.
Se cree que proviene de Persia, Irán y el Himalaya occidental. Fue llevada a Extremo Oriente y de allí se repartió a lo largo de la ruta de la seda como símbolo de prosperidad.
Ha sido cultivada en la región mediterránea de Asia, África y Europa y llegó a América en el siglo XVIII de la mano de los colonizadores.
Punica granatum, la fruta del paraíso
Son ricas en flavonoides, antocianinas y elagitaninos, pigmentos naturales en su mayoría que protegen a la planta frente a la luz ultravioleta y de los parásitos.
Los antioxidantes que contiene hacen de su zumo una gran baza para prevenir, mantener e incluso luchar contra una serie de enfermedades.
– Prevención cáncer de mama y próstata
– Reducción riesgo cardiovascular
– Regulador de la tensión arterial
– Fruta hipocalórica adecuada para dietas como depurativo
– Bálsamo intestinal
– Afrodisiaco natural
¡Quiero comerla!
En el mercado las tenemos desde septiembre, ya que es una fruta especialmente otoñal.
Los granos rojos están protegidos por membranas y es fácil desgranarla si se parte en dos o en cuatro trozos. Por supuesto tienes tutoriales en Youtube si no te consideras muy hábil… ¡y no es broma!
Se aconseja usar el exprimidor natural ya que si usas la batidora se rompen en exceso y puede dejar un sabor algo amargo.
Puedes hacer también el conocido jarabe de granada o “granadina”. Se muelen los granos en un mortero o licuadora y se cuela el jugo. Se reduce al fuego una mezcla de azúcar hasta logar la textura que se quiera y se añade entonces un poco de zumo de limón.
En todo caso, disfruta del sabor de la granada de cualquier manera, en ensaladas frías o calientes, macedonias, postres… comiendo sus semillas, bebiendo su zumo.
¡Y que tengas una pasión “granaína” loca y feliz!