Iniciativa ciudadana europea para etiquetar productos veganos
Saber lo que comemos, qué ingredientes se han utilizado en el proceso de elaboración, de dónde proceden y qué productos añadidos llevan, es un derecho que tenemos los consumidores y un deber que está regulado a nivel nacional y desde la Unión Europea. Esta información la obtenemos a través del etiquetado de alimentos, única forma que tenemos los consumidores de contactar con el productor inicial. Así podremos elegir lo que se compra y se consume.
Según AECOSAN (Agencia Española de consumo, seguridad alimentaria y nutrición), “Se considera etiquetado todas las menciones, indicaciones, marcas de fábrica o comerciales, dibujos o signos relacionados con un producto alimenticio que figuren en cualquier envase, documento, rótulo, etiqueta, faja o collarín que acompañen o se refieran a un producto alimenticio.”
Sin embargo, los que hemos decidido seguir dietas basadas en plantas sin ingredientes de origen animal, a veces nos encontramos con muchas dudas ante la lectura de las etiquetas de esos productos que podemos consumir.
Si la etiqueta señala “apto para veganos” ¿Con qué nos encontramos?
Lo más frecuente es enfrentarte a ingredientes cuyos nombres son muy técnicos o encontrar siglas indescifrables como los aditivos, por ejemplo.
A veces no tenemos en cuenta que algunos aditivos proceden de animales como la cochinilla, un insecto parásito de una planta que ha sido siempre utilizado como “colorante natural” (y tan natural, como que es un animal) desde las civilizaciones precolombinas. Un pigmento rojo que dicen perfecto para usos textiles, muy apreciado por los pintores y utilizado también en alimentos y cosmética. Pues bien, por si no lo sabías, el aditivo E-120 proviene de la cochinilla. ¡Oh, sorpresa!
Y si quieres consultar qué aditivos alimentarios son aptos para veganos, hay una app que te puede ayudar: e-aditivos
Las iniciativas para completar la legislación sobre el etiquetado de productos se está realizando permanentemente influidas por la presión que ejercen los nuevos hábitos de consumo de alimentos que no sean de origen animal.
Esto no es algo novedoso ya que en el reglamento 1169/2011, articulo 36 donde trata del desarrollo de la información alimentaria, ya incluía en su punto b) que habría que tener en cuenta la “información relativa a la adecuación de un alimento para los vegetarianos o veganos”.
Llega hasta tal punto el interés por saber lo que comemos, que ha surgido una iniciativa ciudadana europea en noviembre de 2018 llamada “Etiquetado alimentario obligatorio de los alimentos como “No vegetarianos / vegetarianos / Vegano”.
Esta iniciativa declara que “Los vegetarianos y los veganos tienen grandes dificultades para encontrar alimentos adecuados en toda la UE. Se ven obligados a estudiar la lista de ingredientes de cada producto alimenticio para determinar si les conviene o no comprarlo, prestando una extrema atención a una serie de ingredientes ambiguos que pueden ser de origen vegetal o animal”.
Se han de recoger un millón de firmas en un año procedentes de siete países miembros de la Unión Europea como mínimo para dar curso al estudio y presentar propuestas legislativas. Aquí puedes encontrar la información sobre esta iniciativa en curso:
http://ec.europa.eu/citizens-initiative/public/initiatives/open/details/2018/000007
e incluso poder firmarla si lo deseas (tienes hasta noviembre):
https://eci.ec.europa.eu/004/public/#/initiative
Estamos de acuerdo en que es totalmente necesario el etiquetado de los productos vegetales y alimentos procesados con el mismo origen. Ahora es una necesidad de gran parte de la población. Hasta el momento tenemos sellos de calidad o protocolos de carácter privado o voluntario para certificar si son aptos o no para veganos y es importante verificar toda la información en el etiquetado para ser coherentes en nuestra vida y en nuestros platos.