Higos en septiembre ¡Deliciosos!
Sí queridos y queridas, se acaba el verano, pero esto no quiere decir que se apague la actividad y que todo caiga en lentitud. ¡Qué va!, al contrario. Viene una época maravillosa en nuestro hemisferio, llena de colores que calman pero que nos hace experimentar con más fuerza uno de los ciclos de la naturaleza más bonitos.
Si habéis estado a finales de agosto por algún pueblo, quizás os haya sorprendido el aroma que desprende la higuera por la tarde, su sombra y el bonito color verde de sus hojas lobuladas.
De higos a brevas, las primeras las brevas
Atención, que esto interesa para saber quién es quién.
Higos: son los frutos de la higuera que maduran entre finales de julio a septiembre. Los más sabrosos llegan al finalizar el verano. Las higueras comunes solo dan higos.
Brevas: Son aquellos higos que no consiguen madurar en otoño y cuelgan del árbol todo el invierno hasta que en la primavera siguiente terminan de madurar y se comen de mayo a junio. Como si hubiera “dos cosechas”. Las encontramos en los mercados algo más caras porque se consiguen en menor cantidad, pero son riquísimas.
¿Qué esconden los higos?
Las higueras no son árboles que florezcan como otros y los higos más que un fruto son una infrutescencia. ¿Y qué es eso? La infrutescencia es, en nuestro caso, una agrupación de frutos pequeños que se encuentran dentro de un envase carnoso. Son el resultado de la fecundación de una inflorescencia compacta. El higo entonces es un falso fruto, ya que el verdadero se encuentra dentro del receptáculo con forma de pera que conocemos todos. En él se encuentran escondidas las flores que desarrollarán las pepitas y que darán los verdaderos frutos. ¡Preciosa la naturaleza y sus secretos!
El cuerpo del higo no está cerrado completamente, está abierto por un poro justo al lado contrario del pedúnculo que le une a la rama. ¿Para qué? Pues para que la mejor aliada de este árbol, la avispa de la higuera, realice su ciclo biológico con una complicada polinización.
¡Qué ricos frescos o secados al sol!
Los higos se han venerado desde siempre, como el aceite de oliva en la región mediterránea, por sus usos culinarios y beneficios para la salud.
- Su dulce sabor es único y ofrecen un montón de opciones de consumo.
- Aumentan las defensas del sistema inmunológico
- Bajan el nivel de colesterol en sangre
- Son muy ricos en fibra y en minerales como potasio, calcio o magnesio
- Su valor calórico es elevado y son ricos en hidratos de carbono por lo que sirve para tonificar y combatir el cansancio.
Nada mejor que ofrecer a los que más queremos los mejores tesoros, saludables y riquísimos.
Y tú… ¿Tienes una higuera? ¿Nos invitas a probar esos higos deliciosos?